Derecho Civil:

Posiblemente esta sea la materia del derecho que sin darnos cuenta nos afecta a todos casi a diario: cuando suscribimos un contrato de compra o de arrendamiento; cuando tenemos problemas en la familia y surge la posibilidad de la separación o el divorcio; cuando fallece un familiar y no sabemos qué pasos debemos seguir; cuando tenemos un accidente de tráfico o de cualquier tipo y necesitamos consultar qué tipo de seguros podría cubrir ese siniestro, etc.

Todas estas situaciones en ocasiones generan conflictos con terceros y por tanto la necesidad de recurrir en última instancia a los juzgados para hacer valer los derechos que nos asisten. Constituyen por ello el más alto porcentaje de asuntos que se llevan en este despacho. Pero también nos enorgullece haber obtenido en numerosas ocasiones acuerdos muy satisfactorios para nuestros clientes, sin la necesidad de agotar la vía judicial.

Asuntos:

– Obligaciones y contratos;
– Derecho de familia, matrimonial (separaciones, divorcios, nulidades), tutela, incapacitaciones…;
– Sucesiones;
– Arrendamientos;
– Responsabilidad civil;
– Seguros de daños y de vida. Siniestros derivados de accidente de circulación;
– Ley de Propiedad Horizontal, asesorando a comunidades de propietarios en asuntos tales como reclamaciones de morosos, daños a terceros, daños en elementos comunes, etc.

Derecho Administrativo:

Aunque pudiera parecer lo contrario, cada vez son más abundantes las relaciones entre los ciudadanos y las distintas Administraciones: Ayuntamientos, Administración Autonómica, Estado, etc. De hecho, cada día nos encontramos con notificaciones provenientes de esas administraciones, ya sean multas, ya sean respuestas a distintas solicitudes o reclamaciones formuladas por nuestra parte, etc.; todo ello constituye el primer paso de un proceso administrativo que en ocasiones, cuando consideramos que la actuación de la Administración vulnera nuestros derechos y queremos enfrentarnos a ello, desemboca en un procedimiento judicial específico: recurso contencioso-administrativo.

No obstante, un alto porcentaje de nuestras intervenciones en materia administrativa se refieren a reclamaciones formuladas en materia de responsabilidad patrimonial de las Administraciones.

Asuntos:
– Recursos en vía administrativa (alzada y reposición);
– Reclamaciones de responsabilidad patrimonial de las administraciones (vía administrativa previa y vía judicial).

Derecho laboral:

Ni que decir tiene que se trata esta de una materia del derecho con un alto índice de conflictividad. En ella se incardinan fundamentalmente todas las relaciones conflictivas entre trabajador/empresa, teniendo este despacho asuntos en ambas direcciones: en defensa del trabajador frente a la empresa y viceversa.

Por nuestra especialización, fundamentalmente civil, hemos asumido en numerosas ocasiones la defensa de las reclamaciones formuladas frente a la empresa y sus aseguradoras en las que se dirimen reclamaciones de responsabilidad civil derivadas de accidentes laborales.
Y, finalmente, son cada vez más numerosas las reclamaciones en materia de seguridad social para el reconocimiento de las distintas prestaciones de incapacidad permanente. En estos casos los clientes son conscientes de que el éxito de su pretensión depende de la exhaustividad de la prueba médica que avale su reclamación, de ahí que (aunque no sea la norma general) en ocasiones nos hemos encontrado con el reconocimiento en la vía administrativa previa de la prestación sin necesidad de acudir al subsiguiente procedimiento judicial, precisamente por haber fundamentando y probado de manera contundente la reclamación.

Asuntos:
– Despidos;
– Reclamaciones de cantidad;
– Prestaciones de incapacidad;
– Responsabilidad civil derivada de accidentes laborales.

Derecho Penal:

Constituye tal vez el aspecto menos grato del derecho; pero se da el contrasentido de que la defensa del acusado es sin embargo el logro mayor de un sistema de derecho. La defensa del presunto autor de un delito no es solo mantener la inocencia de este frente a una acusación que debe desmontar la presunción de inocencia que a todos nos asiste sino que también consiste en intentar la solución más adecuada para nuestro defendido, que reconoce su error, pero en quien puede concurrir circunstancias especiales que pueden favorecer una condena menos rigurosa (reduciendo las peticiones de la acusación), una suspensión de condena privativa de libertad o una sustitución por otra pena privativa de libertad o por otra que no conlleve prisión. Esto es, se defiende correctamente no solo cuando se consigue la absolución por no haber sido tu cliente autor de delito alguno sino consiguiendo un tratamiento menos gravoso para tu cliente en orden al cumplimiento de la posible condena.

Nuestro servicio en el turno de oficio suele atender de forma mayoritaria asuntos de carácter penal, en los que los acusados suelen ser sospechosos de la comisión de delitos de diversa índole, dándose generalmente la circunstancia de que se tratan de reincidentes.

Por otra parte, nuestra intervención en este tipo de asuntos suele ser también tangencial al defender las responsabilidades civiles que pudieran derivarse de la comisión de delitos.

Asuntos:
– Defensa de acusados por delitos de diversa índole en turno de oficio;
– Defensa de empresas, profesionales y aseguradoras llamadas al procedimiento penal como responsables civiles.